Apel nos presenta en esta obra su
denominada Teoría de la Verdad, en ella el autor plantea que el conocimiento puede
considerarse como una verdad hasta que es aceptado por todos a través de un
consenso, pero tomando consenso no desde un punto de vista democrático, si no como una aceptación de la comunicación
de resultados. Hay que aclarar que para
que un conocimiento se convierta en verdad no solo debe ser aceptado, también
debe tener un referente empírico y lógico. Todo conocimiento es perfectible, modificable
y falible.
La Teoría de la verdad de Apel se
caracteriza por utilizar una formación prágmatico-trascendental en donde
sustituye el a priori del “yo pienso” por el a priori del “yo argumento”. Aquel que argumenta tiene que
hacer valer, ya sea a favor o en contra, las condiciones y presupuestos
universalmente validos.
Otras características de su
teoría son el uso de una ética discursiva que es la cooperación solidaria de
los individuos, la fundamentación, el universalismo, la intersubjetividad, el
consenso, la argumentación.
Apel nos hace reflexionar sobre el hecho de
hasta cuando podemos decir que un
conocimiento es verdad, porque es
necesario que los afectados intervengan y que sea aceptado por todos, haciendo hincapié en que aun cuando se haya
llegado a un conceso y en un momento algo se considere verdad por ser aceptado
universalmente valido, todo conocimiento evoluciona al igual que la sociedad,
por lo que no es permanente, ni falible.
Debo reconocer que la lectura de
Apel no es sencilla, requiere más de una lectura para entenderla, sin embargo
es una obra interesante.
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